Cuando seas de mí
y pueda yo vencer
esta timidez
de no poder
llenar
tu vientre de algodón,
tu boca de cereal,
el grito del
placer
de nuestra languidez.
Cuando seas de mí
y tenga
oscuridad
para poder hundir
mi lágrima en el ser
que no quiere
nacer
y lo siento llorar
en el rincón extraño
de nuestra
desnudez.
Vivirás
mi cisne de cartón,
sobre el mar
sobre el
fuego
mi niñez y la herida de tu voz.
Vivirás
mi cisne de color,
en
el lago de mi tiempo criminal
con tu pico entre mi voz.
Cuando seas de
mí
y crezca la vejez
te acunaré en el sol
amándote los pies
haré que
muera todo
y vuelvas a crecer
y con licor de auroras
te limpiaré la
piel.
No muere quien se va
ni nace el que no vio
cuando seas de
mi
molino de un trigal
seré el ciego que va
a descansar su sed
sobre
la puerta abierta
de un lecho sin tender.
Vivirás
mi cisne de
cartón
y la danza de los pájaros
que hice
girarán sobre tu
voz.
Vivirás
mi cisne de color
y la noche tenderá su lana negra
con
mi última canción.
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