sábado, 13 de octubre de 2012

El mundo se detuvo...

Toda mi vida soñé con ser madre a los 30, cada año me encontraba pidiendo por ese sueño. Aquellos días estuve tranquila, pero tuve que pasar por el día de mi cumpleaños número 30 y no fue fácil, la beta espera me estaba pesando en el alma... y no pude aguantar, 3 días antes de lo indicado me encontré a las 6 de la mañana con aquel evatest en las manos, todavía se me ilumina la cara al recordar ese signo POSITIVO casi instantáneo entre mis manos, con los ojos llenos de lágrimas lo acercaba y lo alejaba, dejaba de mirarlo y lo volvía a mirar, es mentira, estoy dormida, me decía, no lo podía creer... pero ahí estaba y era un super POSITIVO...y el mundo se detuvo y todo dejó de importar, atrás quedaron los tiempos dificiles, las lágrimas, las decepciones, las dudas... ahí estaba mi sueño...
Pasaron unos días y con una beta de 1530 quedó confirmadísimo mi POSITIVO... a los pocos días con una beta que se duplicaba la felicidad era incomparable... aunque faltaba un trago amargo, me indicaron una tercera beta que no tengo mejor idea que hacerla en otro laboratorio y para mi sorpresa me encuentro con un resultado que en vez de duplicarse como debe ser, es más bajo que el anterior, juro que me sentí morir, no podía ser que después de tanta lucha la vida me robara el sueño, así sin más... fue una noche interminable, con tantos pensamientos y miedos que se perdieron en el aire cuando en aquel monitor de ecografia vi dentro de mi vientre aquellos dos pequeños sacos, con un puntito movedizo cada uno y la seña del médico indicando: "sabías que son dos"... y ahí el sonido de esos corazoncitos latiendo dentro de mí fueron la sensación de felicidad más grande y emotiva que tuve en mi vida... recuerdo que me largué a llorar sin consuelo...ahí estaban mis mayores pruebas de amor tan grandes como únicas...

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